Las autoridades egipcias deben evitar los desalojos forzosos en los asentamientos precarios de la ciudad

El secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, ha advertido en una carta dirigida al primer ministro egipcio, Ahmed Nazif, que miles de personas se exponen a quedarse sin hogar o en viviendas inadecuadas por los planes de reordenación urbanística de las zonas más pobres de El Gran Cairo.Para 2015, los residentes de 33 “zonas de viviendas precarias” de El Cairo y de la ciudad de Giza habrán de ser realojados en 35.700 viviendas en la Ciudad 6 de Octubre, al suroeste de Giza, y en la Ciudad 15 de Mayo, al sur de El Cairo, dentro del Plan Cairo 2050.  Sin embargo, los afectados se han quejado del alojamiento alternativo que se les ha ofrecido, y las organizaciones de derechos humanos temen que las autoridades egipcias puedan recurrir a los desalojos forzosos para llevar a cabo los reasentamientos.“Estos residentes no han recibido garantías contra los desalojos forzosos, y no ha habido un proceso de consulta sobre los reasentamientos”, ha señalado Salil Shetty, en una carta al primer ministro Nazif. “El gobierno egipcio tiene la obligación de estudiar todas las alternativas posibles a los desalojos forzosos para minimizar el sufrimiento humano, las privaciones y la incertidumbre”.

El Centro Egipcio del Derecho a la Vivienda y la Coalición Internacional para el Hábitat –Red para el Derecho a la Vivienda y a la Tierra– también han suscrito la carta.

Los grupos de derechos humanos temen que los desalojos sigan las pautas de otros que se han producido en el asentamiento informal de Manshiyet Nasser y en otros puntos de El Cairo, donde se llevaron a cabo sin un proceso de consulta previa a los residentes en relación con las condiciones de su realojo. “Muchas familas de Manshiyet Nasser se encontraron sin hogar una vez que sus viviendas fueron demolidas; algunas no han sido realojadas hasta meses después en sus nuevos hogares”, ha manifestado Salil Shetty.“Las mujeres también han sido discriminadas en la asignación de vivienda ya que, si no están casadas, normalmente no se considera que constituyan una unidad familiar aparte de sus progenitores”. Amnistía Internacional ha instado a que, si el plan de desalojo se acuerda, se debería informar a los residentes sobre la fecha de su desalojo y las condiciones de reasentamiento, y éstos deberían tener el derecho de recurrir dichas decisiones ante un tribunal. “La negación reiterada de los derechos de los residentes a participar en su reasentamiento ha provocado gran desesperanza entre aquellos que van a ser realojados. Las autoridades deben garantizar que se implican completamente en el desarrollo de su futuro”, ha señalado Salil Shetty.Según las autoridades de El Cairo, en junio de 2010 unas 14.800 familias vivían en Manshiyet Nasser, muchas en edificios destartalados en zonas “no seguras” propensas a los desprendimientos de rocas, como el desprendimiento de Al Duwayqa de 2008 en el que murieron al menos 119 personas.