Siria debe poner en libertad a una bloguera expuesta a sufrir tortura

Amnistía Internacional ha pedido la liberación de una estudiante de 19 años de edad, autora de un blog, encarcelada en Siria sin cargos y sin acceso al exterior desde finales del año pasado.La joven, Tal al Mallohi, fue detenida el 27 de diciembre en Damasco, capital del país, por los tristemente célebres servicios de Seguridad del Estado de Siria tras recibir una citación en la que se le pedía que compareciera para ser interrogada.Dos días después, agentes de los servicios de Seguridad del Estado visitaron el domicilio familiar de Tal al Mallohi en Homs, a unos 160 kilómetros al norte de Damasco, y se incautaron de su ordenador, algunos discos de ordenador, cuadernos de notas y un teléfono móvil.Desde el 27 de diciembre no se ha permitido a ningún miembro de su familia verla. En las visitas de la familia al centro de detención de los servicios de Seguridad del Estado lo único que les han dicho, sin entrar en detalles, es que se encuentra bien de salud, pero no les han informado de los motivos por los que la mantienen recluida.Se teme que —como sucede con otras muchas personas encarceladas en Siria— Tal al Mallohi corra gran riesgo de sufrir tortura.Defensores y defensoras de los derechos humanos, quienes critican al gobierno y quienes propugnan reformas políticas en Siria sufren de continuo hostigamiento, detención arbitraria y encarcelamiento, aunque los familiares de Tal al Mallohi insisten en que la joven no tiene ninguna afiliación política.Sus familiares sospechan que su detención puede deberse en parte a unos poemas y artículos publicados en su blog (https://talmallohi.blogspot.com), ya que en algunos de ellos se hace referencia a la restricción de la libertad de expresión en Siria.Kate Allen, directora de Amnistía Internacional Reino Unido, ha manifestado:”Se trata de un caso que nos preocupa profundamente. No se debe recluir a nadie por hablar de la libertad de expresión, y si éste es el motivo por el que Tal al Mallohi ha sido encarcelada, es una absoluta vergüenza.Las autoridades sirias deben ponerla en libertad o acusarla formalmente de un delito común reconocible.Nos preocupa por partida doble que la hayan mantenido tanto tiempo recluida en régimen de incomunicación en Siria, donde la tortura y los malos tratos son generalizados. Se debe conceder permiso de inmediato a su familia y abogado para que puedan verla.Tal al Mallohi tiene una salud delicada y ya padece de un ritmo cardiaco anormalmente acelerado (taquicardia), por lo que existe verdadera preocupación por su estado de salud. Como mínimo, debe permitírsele recibir el tratamiento médico que necesita.” Los familiares de Tal al Mallohi han pasado los últimos nueve meses tratando de averiguar por qué la mantienen encarcelada y conseguir verla.Además de los muchos intentos frustrados de verla en el centro de detención de Damasco, la familia ha escrito a los servicios de Seguridad del Estado en tres ocasiones solicitando permiso para visitarla, y ha enviado por Internet dos llamamientos al presidente sirio Bashar al Assad, exhortándolo a que intervenga para que la pongan en libertad.Según la información de que dispone Amnistía Internacional, ni las solicitudes ni los llamamientos han recibido respuesta. La madre de Tal al Mallohi ha hablado a Amnistía Internacional de su honda preocupación, en estos términos: “Me estoy volviendo loca. Padezco insomnio crónico desde que mi hija fue detenida. Sobrevivo a base de somníferos”.Tras un intento infructuoso de visitar a Tal al Mallohi en el centro de detención, su madre —que se encontraba muy angustiada— fue atropellada por un vehículo delante del edificio y sufrió graves lesiones que la mantuvieron hospitalizada durante dos meses.Existen severas restricciones a la libertad de expresión en Siria, y en los últimos años se han producido varios casos de personas que han sido encarceladas por sus publicaciones en Internet y actividades afines.Entre estas personas figuran Kareem Arabji, un bloguero que permaneció encarcelado durante tres años por moderar un foro juvenil en Internet (más tarde fue puesto en libertad en virtud de una amnistía), y siete hombres —Allam Fakhour, Ayham Saqr, Diab Siriyeh, Hussam Ali Mulhim, Maher Isber Ibrahim, Omar Ali al Abdullah y Tareq al Ghorani— que fueron condenados a largas penas de prisión por su participación en la creación de un grupo de debate juvenil en Internet y por publicar artículos digitales en los que propugnaban reformas democráticas. Sus sentencias condenatorias se basaron en “confesiones” que, según reiteran estos hombres, fueron obtenidas mediante tortura.Amnistía Internacional ha documentado con anterioridad 38 tipos distintos de tortura y malos tratos a los que se somete a los reclusos en Siria, y la organización ha recibido cientos de informes de reclusos que han sido torturados.