Egipto debe proteger a los habitantes de asentamientos precarios

Amnistía Internacional ha pedido que se tomen medidas contundentes e inclusivas para proteger a las personas que viven en asentamientos precarios en Egipto después de que un alto funcionario del ayuntamiento de El Cairo fuera absuelto de un delito de negligencia por la muerte de al menos 119 personas en un desprendimiento de rocas ocurrido en septiembre de 2008.El martes un tribunal de apelación de El Cairo anuló las condenas impuestas a un vicegobernador de El Cairo y a un empleado del ayuntamiento por un acto de negligencia que causó muertes y lesiones. Las condenas impuestas a otros seis funcionarios municipales, entre los que figuran el responsable de la administración local del barrio de Manshiyet Nasser en el momento en que se produjo el desprendimiento y uno de sus predecesores, quedaron rebajadas a un año. Los ocho habían sido declarados culpables en mayo.Al menos 119 personas perdieron la vida y 55 resultaron heridas en el desprendimiento de rocas que se produjo en el asentamiento informal de Ezbet Bekhit, en Manshiyet Nasser, en la zona este de El Cairo, pese a que expertos y habitantes trataron de advertir del peligro a las autoridades. “Este fallo ofrece algunas respuestas, aunque no toda la verdad, a los sobrevivientes del desprendimiento de rocas. Se trata de una oportunidad perdida de garantizar el derecho a un recurso efectivo a quienes viven en permanente peligro en asentamientos informales en Egipto, así como de que las autoridades actúen sin pérdida de tiempo para proteger la vida de miles de familias que viven en ‘zonas inseguras’ de Egipto”, ha señalado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.”La única manera de poder evitar que se produzcan catástrofes como ésta en el futuro es que las autoridades egipcias tomen medidas contundentes contando con las comunidades que corren peligro.” Ahmed Gharib Hamed, sobreviviente que perdió a ocho miembros de su familia en el desprendimiento de rocas, contó a Amnistía Internacional: “Los ingenieros merecían un castigo mayor porque eran conscientes del peligro que representaba la montaña […]. También queríamos que las personas importantes que se sientan cómodamente en sus despachos [fueran castigadas] […]. Confiábamos en que, con la ayuda de Dios, todos ellos recibirían su castigo”.El 26 de mayo de 2010, el Tribunal de Delitos Menores de Manshiyet Nasser condenó al vicegobernador de El Cairo a cinco años de prisión. Cada uno de los restantes siete acusados fue condenado a una pena de tres años de prisión. Todos ellos han permanecido en libertad bajo fianza a la espera del fallo de la apelación. Una investigación llevada a cabo por la fiscalía reveló que las autoridades municipales habían recibido en 2007 y 2008 informes elaborados por expertos en los que se las advertía del peligro de que se produjese un desprendimiento de rocas. En estos informes se recomendaba que se evacuara a los habitantes por su seguridad.Los sobrevivientes del desprendimiento de rocas y los familiares de quienes perdieron la vida o resultaron heridos ya pueden interponer ante tribunales civiles demandas de indemnización por lesiones físicas. Sin embargo, quienes perdieron su vivienda al ser evacuados de la zona en la que se produjo el desprendimiento no pueden reclamar una indemnización civil.Amnistía Internacional ha hecho campaña para que se haga justicia a las víctimas del desprendimiento de rocas de Al Duwayqa y a favor de la evacuación de miles de habitantes pobres a los que se obliga a vivir en viviendas inseguras e inadecuadas en lugares situados en laderas inestables. Estos desalojos forzosos han provocado que muchas personas se hayan quedado sin hogar o que sólo reciban viviendas alternativas inadecuadas. No se ha realizado ninguna consulta sobre el reasentamiento, y a las personas desalojadas no se las avisa con antelación del desalojo ni se les dice si se les facilitara una vivienda alternativa. “Una reparación plena exige que las autoridades egipcias reduzcan las amenazas a que está expuesta la vida de quienes habitan en las zonas del Gran Cairo que el departamento de urbanismo del ayuntamiento ha señalado como inseguras. Las autoridades municipales deben actuar asimismo a fin de proteger el derecho de los habitantes a la salud y a una vivienda adecuada”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui.Las autoridades egipcias han identificado en Egipto 35 “zonas inseguras” que requieren una intervención inmediata al objeto de proteger la vida de las personas, de las cuales 16 se encuentran en El Cairo, sobre todo en los asentamientos informales de Manshiyet Nasser y El Viejo Cairo. Los proyectos para ocuparse de estas zonas se elaboran sin consultar verdaderamente a las comunidades afectadas.En junio de 2010, sólo en Manshiyet Nasser 14.800 familias vivían en peligro inminente de muerte, según las estimaciones de las autoridades municipales de El Cairo.  Desde que se produjo el desprendimiento de rocas en 2008, han sido realojadas en viviendas alternativas unas 9.100 familias del barrio, aunque en muchos casos existía el temor de que hubiesen sido víctimas de desalojo forzoso.