El gobierno malaisio debe abandonar sus planes de ampliar un cuerpo de seguridad respaldado por el Estado e integrado por voluntarios civiles con un largo historial de abusos contra los derechos humanos de refugiados y migrantes, ha dicho hoy Amnistía Internacional. Se pretende aumentar el número de agentes del Ikatan Relawan Rakyat, conocido como RELA, que pasarían de 1,6 millones a 2,6 millones para fin de año, según declaró en una entrevista a la agencia Associated Press el director general del cuerpo, Zaidon Asmuni. Sin embargo, Asmuni afirmó también que el RELA no tendría capacidad de proporcionar formación a más de 8.000 nuevos agentes al año.
Amnistía Internacional documentó en dos informes de 2010 las actividades de los voluntarios del RELA, autores de frecuentes malos tratos y extorsiones, así como de detenciones indiscriminadas de personas que están legalmente en el país. “Los agentes del RELA son responsables de los mayores abusos contra los derechos humanos de migrantes y refugiados en Malaisia”, ha dicho Sam Zarifi, director del Programa Regional para Asia y Oceanía de Amnistía Internacional. “En lugar de poner freno a estos abusos, el gobierno tiene previsto soltar en las calles a un millón más de civiles sin formación y con poderes policiales”.
El RELA es un cuerpo de voluntarios civiles, pero el gobierno autoriza a sus miembros a ejercer funciones policiales, como redadas, interrogatorios y detención de presuntos inmigrantes ilegales. Algunos de sus integrantes están autorizados a portar armas.
El director general del RELA afirmó que los nuevos efectivos volverán a ocuparse de la vigilancia de los centros de detención de inmigrantes, una tarea que no se había realizado a gran escala desde mediados de 2009. “El año pasado, el gobierno de Malaisia prometió a Amnistía Internacional que el RELA dejaría de ejercer funciones policiales en el ámbito de la inmigración, donde sus actividades han sido sumamente criticadas. Por tanto, resulta ahora muy decepcionante ver que vuelve a darse a estas fuerzas el control sobre los centros de detención de inmigrantes”, ha afirmado Sam Zarifi. Amnistía Internacional ha constatado que el RELA carece de una estructura clara de responsabilidad de mando, lo cual permite a sus agentes cometer abusos sin rendir cuentas.
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