Los mayores comerciantes de armas del mundo prometen un tratado internacional

Hoy 30 de octubre, y tras años de debates en la ONU, la inmensa mayoría de los gobiernos –153 en total– han acordado un calendario para establecer un tratado sobre comercio de armas “fuerte y sólido” con “los más elevados criterios comunes” para controlar las transferencias internacionales de armas convencionales. Actualmente no hay ningún tratado sobre el comercio de armas convencionales.

La mayoría de los países más importantes en el comercio de armas –entre los que figuran Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania– respaldarán ahora el proceso de la ONU. Hubo 19 Estados que se abstuvieron, pero se prevé que todos tomen parte en el proceso. El único voto en contra fue el de Zimbabue.

Durante los debates sobre la resolución, muchos países expresaron su postura y subrayaron la necesidad de que el tratado estuviera basado en el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario y de los derechos humanos.

La campaña Armas bajo Control, una coalición de organizaciones no gubernamentales de más de 100 países que ha promovido la creación de un tratado internacional sobre el comercio de armas, ha expresado su satisfacción por el gran avance histórico de hoy en la ONU y ha pedido a todos los Estados que negocien un tratado realmente eficaz. También ha afirmado que los gobiernos deben aprovechar este impulso para asegurarse de que el texto definitivo del tratado contiene criterios internacionales firmes para el  comercio internacional de armas. Los activistas expresaron sus reservas sobre el procedimiento pensado para la conferencia de la ONU, en la que cada Estado tendría derecho a vetar las decisiones finales, y advirtieron que no debía dejarse que un reducido número de países escépticos secuestraran el proceso de creación del tratado cuando está claro que el mundo desea un tratado fuerte.

“Todos los países participan en el comercio de armas convencionales y comparten la responsabilidad de los ‘daños colaterales’ que éste genera en forma de numerosas muertes, lesiones y abusos contra los derechos humanos”, ha dicho Rebecca Peters, directora de la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA). “Finalmente los gobiernos han acordado negociar controles internacionales legalmente vinculantes para este comercio mortal”.

El acuerdo al que se ha llegado hoy en la ONU significa que el futuro tratado internacional sobre el comercio de armas se negociará en una serie de reuniones de las Naciones Unidas que culminarán con una conferencia de la ONU en 2012.

“El tratado internacional sobre comercio de armas necesita una ‘regla de oro’ que exija a los gobiernos detener toda transferencia de armas que conlleve un peligro sustancial de ser utilizada para cometer graves violaciones de derechos humanos o crímenes de guerra”, ha dicho Brian Wood, experto en armas convencionales y control de armas de Amnistía Internacional. “Esta regla de oro –ha añadido Wood– podría salvar cientos de miles de vidas y proteger los medios de vida de muchos millones de personas”.

La resolución sobre el tratado internacional sobre comercio de armas también pone de manifiesto la cuestión de que las transferencias internacionales de armas contribuyen a los conflictos armados, el desplazamiento de personas, la delincuencia organizada y el terrorismo, y por tanto socavan la paz, la seguridad y el desarrollo sostenible.

“Durante demasiado tiempo los gobiernos han dejado que el flujo de armas se descontrole causando dolor, sufrimiento y muerte en algunas de las regiones más pobres del mundo. Con la muerte de cientos de miles de personas cada año a causa de la violencia armada, las armas que caen en manos de delincuentes y personas que cometen abusos contra los derechos humanos destruyen comunidades y medios de vida”, ha dicho Anna Macdonald, de Oxfam Internacional. “Los gobiernos deben asegurarse de que las negociaciones cumplen la promesa de establecer los criterios más elevados posibles, pues se trata de una cuestión de vida o muerte para miles de personas de todo el mundo que viven en la pobreza”.

* Los Estados que se abstuvieron fueron: Arabia Saudí, Bahréin, Bielorrusia, China, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, India, Irán, Kuwait, Libia, Nicaragua, Pakistán, Qatar, Rusia, Siria, Sudán,  Venezuela y Yemen.