Amnistía Internacional ha sabido que las autoridades iraníes prohibieron a un destacado activista de derechos humanos salir del país el viernes, 2 de octubre. Abdolfattah Soltani tenía previsto ir a Alemania a recoger un premio de derechos humanos.
Amnistía Internacional lamentó la decisión de las autoridades iraníes, que viola la libertad de circulación garantizada por el derecho internacional.
Según la familia del activista, a Abdolfattah Soltani le impidieron embarcar en un avión con destino a Alemania a primera hora del viernes.
Se le acercaron unos hombres vestidos de civil, que confiscaron su pasaporte y le dijeron que su permiso para salir de Irán había sido “revocado”. Los hombres le ordenaron que acudiera al despacho de la Presidencia la semana siguiente para tratar del asunto.
Abdolfattah Soltani se dirigía a Nuremberg, donde el domingo iba a recoger el Premio Internacional de Derechos Humanos que concede esta ciudad. Este prestigioso galardón “no sólo tiene como objetivo reconocer los logros de quienes lo obtienen, sino también contribuir a la protección de defensores de los derechos humanos en peligro y a animar a otras personas a comprometerse con los derechos humanos”.
«El galardón está dotado con 15.000 euros y se concede cada dos años a individuos o grupos que se han comprometido de forma ejemplar con los derechos humanos, en ocasiones corriendo un elevado riesgo personal.”
«Los defensores y defensoras de los derechos humanos en Irán no sólo son detenidos a veces por su labor, sino que también son sometidos a frecuentes hostigamientos e intimidaciones por las autoridades de seguridad”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional. “A muchos de ellos se les ha prohibido viajar al extranjero para asistir a talleres y seminarios de formación en derechos humanos y recoger premios”.
En la mayoría de los casos, no se les informa del motivo por el cual se les prohíbe viajar ni de la autoridad legal que ha dictado la prohibición, y no pueden presentar ningún recurso eficaz.
Abdolfattah Soltani es miembro del Centro para la Defensa de los Derechos Humanos, fundado en 2002 por la premio Nobel de la paz, Shirin Ebadi, y varios otros destacados activistas de derechos humanos.
El activista fue detenido el 16 de junio de este año, después de las disputadas elecciones presidenciales del 12 de junio en Irán, y fue puesto en libertad bajo fianza siete semanas después.
Abdolfattah Soltani ya había sido detenido en 2005. En aquella ocasión pasó 219 días recluido, 43 de ellos en régimen de aislamiento. En 2006 fue condenado a cinco años de cárcel por “desvelar documentos confidenciales” y “propaganda contra el sistema”.
Sin embargo, el 28 de mayo de 2007, fue absuelto de todos los cargos presentados contra él desde su detención en 2005. Desde entonces tiene prohibido viajar fuera de Irán. Sin embargo, recientemente se le concedió el pasaporte y se le dijo que podría viajar a Alemania. Abdolfattah Soltani deseaba presentarse a las elecciones del Colegio Central de Abogados en 2008, pero su candidatura fue rechazada por considerarse “inadecuada”.
Amnistía Internacional viene pidiendo constantemente al gobierno iraní que levante la prohibición de viajar de todos los activistas de derechos humanos y les permita viajar al extranjero cuando lo requiera su actividad de derechos humanos.
«El gobierno debe reconocer el valioso papel desempeñado por los defensores y defensoras de los derechos humanos”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui, que ha añadido: “Las autoridades deben promover y apoyar su labor, tal como dispone la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos de la ONU, aprobada hace 10 años, y no utilizar tácticas ilegales para socavar su labor”.