Refugiados iraníes siguen detenidos en Turquía a pesar de un fallo judicial ordenando su liberación

Dos refugiados iraníes siguen detenidos en Turquía a pesar de que el martes 22 de septiembre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia ordenando su liberación, según Amnistía Internacional. Según el fallo del Tribunal, Mohsen Abdolkhani y Hamid Karimnia habían sido detenidos arbitrariamente en Turquía sin acceso a asistencia letrada ni a ningún procedimiento de solicitud de asilo, entre otras violaciones.

El Tribunal concluyó que los dos hombres, ex miembros de la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (PMOI), corren un riesgo real de muerte o malos tratos si son devueltos a Irán o a Irak.

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades turcas a liberar a Mohsen Abdolkhani y a Hamid Karimnia, así como a otras personas que se encuentran actualmente detenidas, tras la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de suspender sus expulsiones.

“Mohsen Abdolkhani y Hamid Karimnia han permanecido detenidos ilegalmente más de un año”, ha afirmado Andrew Gardner, experto de Amnistía Internacional sobre Turquía. “Deben ser puestos en libertad de inmediato junto a las demás personas que se encuentran en la misma situación, aunque no estén incluidas en esta petición”.

Amnistía Internacional se había dirigido previamente por escrito a las autoridades turcas pidiendo la liberación de los solicitantes y de otras siete personas que permanecían detenidas tras haber dirigido peticiones al tribunal.  

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) reconoció la condición de refugiados a Mohsen Abdolkhani y a Hamid Karimnia cuando residían en un campo creado por el ejército de Estados Unidos en Irak. El reconocimiento de su condición de refugiados se basó en sus opiniones políticas y en sus relaciones con el PMOI.

Cuando el campo se cerró en abril de 2008 los dos hombres huyeron a Turquía, pero fueron aprehendidos por las fuerzas de seguridad y expulsados a Irak al margen de cualquier procedimiento legal. Después de entrar en Turquía por segunda vez, fueron aprehendidos de nuevo. Posteriormente se los declaró culpables de entrar ilegalmente en el país.

A pesar de que afirmaron ante la policía y ante el tribunal que sus vidas correrían peligro si eran devueltos a Irán o a Irak, las autoridades intentaron expulsarlos de nuevo, en esta ocasión a Irán.

En septiembre de 2008, después de que fuese aceptada su petición ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos contra su expulsión, se los trasladó al centro de internamiento para extranjeros de Kirklareli. Más de un año después, siguen detenidos.

Durante su detención se les ha negado el acceso a cualquier procedimiento de solicitud de asilo, se les ha impedido reunirse con sus abogados y no se les ha permitido acceder a un mecanismo para impugnar la legalidad de su detención.

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades turcas a que revisen su legislación en relación con la detención de personas refugiadas y solicitantes de asilo.

“Turquía debe poner fin a la práctica de detener a personas refugiadas y solicitantes de asilo por motivos de inmigración y actuar de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos que exigen que la detención se utilice sólo en circunstancias excepcionales”, ha manifestado Andrew Gardner.