Cuatro líderes estudiantiles fueron detenidos el miércoles 5 de agosto cuando pronunciaban un mitin ante los estudiantes de la Universidad de Zimbabue, en Harare. Amnistía Internacional ha condenado estas detenciones.
Los cuatro líderes estudiantiles, pertenecientes a la Unión Nacional de Estudiantes de Zimbabue (ZINASU), pronunciaban un mitin ante los estudiantes a la entrada de la biblioteca principal de la Universidad de Zimbabue, cuando, junto con otros 10 estudiantes, fueron detenidos por la policía y conducidos a la comisaría de Avondale.
Aunque los otros 10 quedaron posteriormente en libertad, ellos –Clever Bere, presidente de ZINASU; Kudakwashe Chakabva, de la Politécnica de Harare; Archieford Mudzengi, de la Escuela de Minas de Zimbabue, y Brian Rugondo–, pasaron la noche bajo custodia.
El jueves por la mañana, los cuatro fueron sido llevados a la Brigada de Orden Público de la Jefatura de Policía de Harare. Ni ellos ni sus abogados han sido informados de los cargos que puedan haberse formulado en su contra.
“Estamos consternados por el hostigamiento y las intimidaciones constantes de la policía a activistas y defensores de los derechos humanos a pesar de la formación de un gobierno de coalición en febrero de este año –ha manifestado Erwin van der Borght, director del Programa de Amnistía Internacional para África–. Estos estudiantes han sido detenidos simplemente por intentar ejercer su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica.”
“Los cuatro líderes estudiantiles deben ser puestos en libertad de inmediato y sin condiciones, Su detención ilegal demuestra una vez más la necesidad de reformar con urgencia el sector de la seguridad en Zimbabue, dadas las numerosas violaciones de derechos humanos que continúan cometiéndose.”
En el mitin ante los estudiantes de la Universidad de Zimbabue, los líderes estudiantiles estaban criticando que las autoridades universitarias impidieran a los alumnos que no habían pagado su matrícula asistir a clase y acceder a las bibliotecas.
Según informes, hasta el 75 por ciento de los estudiantes no han podido pagar este curso la matrícula, que oscila entre 400 y 600 dólares estadounidenses. El comienzo de las clases estaba previsto para el 4 de agosto.
En espera de que los cuatro líderes estudiantiles sean puestos en libertad, Amnistía Internacional insta a la policía de Zimbabue a que garantice que son tratados de acuerdo con las normas de derechos humanos que regulan el trato debido a las personas detenidas. Han de tener acceso a sus abogados y a sus familias, ropa de abrigo y mantas, una alimentación adecuada y la atención médica que puedan necesitar.
La Brigada de Orden Público de la policía de Zimbabue es responsable de muchas de las violaciones de derechos humanos cometidas contra defensores de los derechos humanos y activistas políticos.
Amnistía Internacional ha documentado numerosas violaciones de derechos humanos cometidas por esta unidad, entre ellas detenciones arbitrarias, tortura y otros malos tratos, y negación a detenidos del acceso a abogados, alimentos y atención médica.