Una mujer malaisia, primera persona azotada con vara en aplicación de la ley islámica

Un tribunal estatal malaisio ha condenado a una mujer musulmana a recibir seis azotes con vara después de que fuese sorprendida bebiendo cerveza en un hotel del estado malaisio de Pahang. Amnistía Internacional ha pedido al gobierno malaisio que ponga fin de inmediato al uso del azotamiento con vara como forma de castigo. La organización también ha pedido al gobierno malaisio que derogue todas las leyes que contemplan éste y cualquier otro castigo corporal. Kartika Sari Devvi Shukarno, de 32 años de edad, también fue condenada a pagar una multa de 5.000 rupias (unos 1.400 dólares estadounidenses) por un tribunal que administra la ley islámica en el estado malaisio de Pahang, cuando se declaró culpable del delito. El tribunal ha ordenado que permanezca en reclusión provisional en la prisión de mujeres de Kajang desde el lunes, 24 de agosto, y reciba el castigo en el plazo de siete días a partir de esa fecha. “Los azotes con vara son un castigo cruel, inhumano y degradante y están prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos”, ha declarado Sam Zarifi, director del Programa Regional de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía. “El gobierno malaisio debe hacer todo lo que esté en su mano para impedir la utilización de este castigo inhumano en cualquier circunstancia”. En la actualidad, los golpes con vara se aplican como castigo suplementario por la comisión de al menos 40 delitos en Malaisia, pero ésta es la primera vez que se utiliza contra una persona declarada culpable de violar las leyes religiosas del país. La ley islámica se aplica sólo a las personas de religión musulmana, que suponen el 60 por ciento de una población de 28 millones de habitantes. En junio de 2009, el gobierno de Malaisia anunció que 47.914 migrantes habían sido condenados a recibir golpes con vara por delitos relativos a la inmigración desde la entrada en vigor de las enmiendas a la Ley de Inmigración en 2002. Al menos 34.923 migrantes han recibido golpes con vara entre 2002 y 2008, según los archivos del departamento de prisiones del país.