Miles de personas se solidarizan en todo el mundo con el pueblo iraní

El sábado 25 de julio, miles de activistas de todo el mundo participaron en el Día Mundial de Acción en solidaridad con las personas que está sufriendo abusos de derechos humanos en Irán.

Amnistía Internacional se sumó a otras organizaciones con el fin de presionar a las autoridades iraníes para que pongan fin a todos los actos de violencia contra manifestantes, dejen en libertad a los centenares de personas detenidas por protestar de forma pacífica contra el controvertido resultado de las elecciones presidenciales de junio, expliquen la suerte corrida por las personas desaparecidas y respeten el derecho a la libertad de reunión y expresión, incluida la libertad de prensa.   Las organizaciones pidieron también a la ONU que abriera una investigación sobre las graves violaciones de derechos humanos registradas en Irán durante las últimas semanas.

Se celebraron manifestaciones y actos de solidaridad en más de 105 ciudades, entre ellas, Amsterdam, Barcelona, Beirut, Berlín, Caracas, Chicago, Dacca, Estambul, Londres, Uagadugú y Túnez.

En la capital de Turquía, Estambul, activistas de la Sección Turca de Amnistía Internacional se manifestaron en la plaza más concurrida de la ciudad. Los activistas se concentraron en el recinto, portando globos blancos con un lema en negro que decía: “Tortura, Censura, Represión”. Luego hicieron estallar los globos uno a uno con unas agujas. Al estallar el último, se hicieron a un lado y entonces apareció una pancarta en la que podía leerse: “¡Derechos humanos en Irán ya!

En Bangladesh, más de 40 voluntarios y activistas de Amnistía Internacional se manifestaron ante la Universidad de Dacca.

El jueves, en Venezuela, un nutrido grupo de activistas intentó entregar una carta en la embajada de Irán en Caracas. Al no salir nadie a recogerla, la introdujeron por debajo de la puerta. También confeccionaron para la ocasión varios carteles con los siguientes lemas en farsi y español: “No más derramamiento de sangre”, “Liberen a los presos de conciencia”, “Las manifestaciones pacíficas son un derecho” e “Investiguen las violaciones de derechos humanos en Irán”. Al final de la acción, voluntarios de Amnistía Internacional soltaron 50 globos negros rellenos de helio.

En Túnez, miembros de Amnistía Internacional y representantes de otras organizaciones de derechos humanos celebraron un acto de solidaridad de carácter simbólico. Activistas de Amnistía Internacional distribuyeron y firmaron una petición en la que se instaba a las autoridades iraníes a respetar los derechos humanos. Tras la celebración del acto, la Sección Tunecina de Amnistía Internacional lanzó una campaña de recogida de firmas para la petición.

En el Reino Unido, nada menos que 2.000 personas se concentraron ante la embajada de Irán en Londres, entre ellas decenas de activistas de Amnistía Internacional, coreando lemas como “Derechos humanos en Irán”, “La ONU debe actuar ya en favor de Irán, “No más derramamiento de sangre” y “Las manifestaciones pacíficas son un derecho”.

Las autoridades iraníes han reconocido que se han registrado al menos 21 muertos durante las manifestaciones celebradas en Teherán, pero es probable que el número exacto a escala nacional haya sido mucho mayor. Ha habido decenas de heridos. Según los informes, muchos de los heridos lo han sido a manos del grupo paramilitar Basij.

Se eligió el sábado como fecha del Día Mundial de Acción porque se tenía noticia de que la ceremonia de investidura del presidente Ahmadineyad tendría lugar el 26 de julio o poco después. Sin embargo, informes más recientes dan a entender que se celebrará el 5 de agosto.

Además de Amnistía Internacional, entre los patrocinadores de la acción se encontraban Shirin Ebadi (Premio Nobel de la Paz 2003), varias organizaciones no gubernamentales, como Front Line, Human Rights Watch, la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán, la Federación Internacional de los Derechos Humanos, la Liga Iraní de Defensa de los Derechos Humanos, la Iniciativa de Laureadas con el Premio Nobel, PeaceJam, Physicians for Human Rights y Reporteros sin Fronteras, y 42 organizaciones árabes de derechos humanos.

La acción contó también con el respaldo de muchos grupos más, como la Comunidad Internacional Bahaí, a cuyos miembros se acosa y persigue en Irán con auténtica saña.