El presidente de Argelia debe abordar abusos contra los derechos humanos del pasado

Los argelinos acudieron a las urnas el pasado jueves 9 de abril para elegir a su próximo presidente. Amnistía Internacional pide al nuevo presidente que tome medidas concretas para abordar el legado de flagrantes abusos contra los derechos humanos cometidos durante el conflicto interno que asoló Argelia durante la década de 1990, así como para garantizar justicia y reparación a las víctimas.

Más de 200.000 personas murieron durante el conflicto, según cálculos del gobierno. Las fuerzas de seguridad y las milicias armadas por el Estado cometieron violaciones masivas de derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales y otros homicidios ilegítimos. Asimismo, fueron responsables de desaparición forzada, detención secreta y arbitraria, tortura y otros malos tratos infligidos a miles de miembros o simpatizantes de grupos armados, o personas sospechosas de pertenecer a ellos.

Los grupos armados también cometieron abusos contra los derechos humanos de forma generalizada, entre ellos, homicidios de civiles, secuestros, violación y otras formas de tortura.

La mayor parte de los crímenes no se ha investigado nunca y los autores no han rendido cuentas de los crímenes cometidos.

“El nuevo presidente de Argelia debe aprovechar la oportunidad que ofrece un nuevo mandato para ocuparse de la cultura de impunidad reinante desde la década de 1990 –ha afirmado Philip Luther, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África–. No podrá haber una auténtica reconciliación nacional a menos que las autoridades tomen medidas para determinar la verdad y afrontar los crímenes del pasado, procurando a las víctimas justicia y reparación, y pongan fin a la incesante espiral de impunidad por las violaciones de derechos humanos.”

Un un informe titulado A Legacy of Impunity: A Threat to Algeria’s Future, publicado la semana pasada, Amnistía Internacional plantea sus motivos de preocupación con respecto al hecho de que las autoridades argelinas continúen sin investigar los abusos contra los derechos humanos cometidos en el pasado y el presente y en relación con la impunidad otorgada a los responsables.

El informe indica que las medidas de amnistía promovidas e introducidas por el presidente Abdelaziz Bouteflika, en el poder desde 1999, han impedido que las víctimas y sus familias hayan obtenido verdad, justicia y reparación. En vez de abordar los efectos que tienen estas medidas de amnistía en la consolidación de la impunidad, uno de los ejes fundamentales de la campaña de Abdelaziz Bouteflika para ser reelegido por tercera vez para ocupar la presidencia ha sido la introducción de nuevas medidas de amnistía.

“Las amnistías generalizadas otorgadas sucesivamente a grupos armados y posteriormente a miembros de los servicios de seguridad suponen infligir una nueva herida a las víctimas y a sus familias –ha afirmado Philip Luther–. En vez de conceder impunidad a los perpetradores, alentando así la comisión de nuevos abusos, las autoridades deben devolver la dignidad a las víctimas transmitiendo el firme mensaje de que no volverán a tolerarse estos crímenes.”

Amnistía Internacional ha formulado una serie de recomendaciones al próximo presidente que, si se pusieran en práctica, ayudarían a garantizar el resarcimiento a las víctimas de abusos contra los derechos humanos y a evitar que se comentan nuevas violaciones.