Se prohíbe salir de Túnez a un activista de derechos humanos

A un activista de derechos humanos y ex preso de conciencia se le ha negado por séptima vez el permiso para salir de Túnez desde su excarcelación, en julio de 2007.

El abogado Mohamed Abbou viajaba a Londres para participar en una conferencia organizada por Amnistía Internacional cuando el personal de seguridad del control de pasaportes del aeropuerto de Túnez le impidió salir del país. No le ofrecieron explicación alguna y le sugirieron que no intentara volver a viajar al extranjero.

Es la segunda vez en una semana que le impiden viajar, ya que el martes le habían impedido embarcar en un vuelo hacia Países Bajos para asistir a unas reuniones con Amnistía Internacional.

”Mohamed Abbou es un rehén en su propio país en lo que parece una campaña concertada de las autoridades para castigarlo por su labor en favor de los derechos humanos”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

En abril de 2005, la Cuarta Sala de lo Penal del Juzgado de Primera Instancia de Túnez condenó a Mohammed Abbou a tres años y medio de cárcel, 18 meses por denunciar la tortura en Túnez en un artículo que colgó en Internet en 2004 y dos años por la presunta agresión de la abogada Dalila Mrad en junio de 2002.

Observadores internacionales, entre ellos uno de Amnistía Internacional, declararon que el juicio y la posterior vista de apelación de Abbou no habían sido justos y habían violado varias garantías procesales, como el derecho a la defensa, ya que el tribunal se había negado a escuchar a los testigos de la defensa y no había permitido a los abogados de Abbou representar adecuadamente a su cliente.

Amnistía Internacional consideró a Mohammed Abbou preso de conciencia, detenido únicamente por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión, e hizo campaña en favor de su liberación. 

El 28 de noviembre de 2005, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria concluyó que la detención de Mohammed Abbou era arbitraria y violaba el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que garantiza el derecho a la libertad de expresión. El Grupo pidió al gobierno tunecino que ajustara la situación de Mohammed Abbou a las normas internacionales.

El artículo 12 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que Túnez es Estado Parte, garantiza la libertad de circulación, incluido el derecho a salir del propio país. Desde que fue excarcelado tras cumplir 28 meses de su condena, a Abbou se le ha impedido reiteradamente salir de Túnez, aduciendo que está en libertad “condicional”. Sin embargo, aunque fue puesto en libertad anticipadamente, su condena terminó en septiembre de 2008.

“El caso de Mohamed Abbou ejemplifica el de muchos defensores de los derechos humanos en Túnez, sometidos con frecuencia a hostigamiento e intimidación por parte del aparato de seguridad”, ha dicho Hassiba Hadj Sahraoui.

“Instamos al gobierno tunecino a que deponga esta conducta arbitraria y levante a Abbou la prohibición de viajar, permitiéndole salir al extranjero para dedicarse a su labor de defensa de los derechos humanos”.

Tanto los defensores de los derechos humanos como las organizaciones de derechos humanos operan en un clima de hostigamiento, intimidación, injerencia, vigilancia constante y en ocasiones violencia física por parte de las autoridades tunecinas.