Famoso jefe del Jemer Rojo juzgado en Camboya

Uno de los acusados más famosos de Camboya aún con vida se enfrentó por fin a juicio el día 30 de marzo por los crímenes cometidos cuando era jefe del Jemer Rojo hace 30 años.

Kaing Guek Eav, también conocido como Duch, está acusado de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, así como de asesinato y tortura. Es el primero de los juicios de las Salas Especiales, creadas para juzgar a los máximos responsables de los homicidios masivos y otras atrocidades que se cometieron en Camboya en la década de 1970 bajo el régimen del Jemer Rojo.

La gran afluencia de público en la sala daba muestra de la importancia del juicio. Víctimas, estudiantes, personal de ONG, entre ellas Amnistía Internacional, y una presencia masiva de los medios de comunicación, todos se dieron cita para el primer día de esta vista fundamental en la que se leyeron las 45 páginas del escrito de acusación, un catálogo horrendo de crímenes de los que que se acusa a Duch.

Amnistía Internacional ha instado a las Salas Especiales a que aprovechen este caso emblemático como trampolín para llevar ante la justicia a otras personas acusadas de haber cometido crímenes de guerra bajo el régimen del Jemer Rojo.

“Estamos satisfechos por el inicio del primer juicio en las Salas Especiales. El pueblo de Camboya ha visto por fin comparecer ante la justicia a uno de los más conocidos líderes del Jemer Rojo. Pero es preciso que muchos más comparezcan ante los tribunales para que realmente se haga justicia con los millones de víctimas de estos horrendos crímenes”, ha dicho Brittis Edman, investigadora de Camboya de Amnistía Internacional.

Sólo otros cuatro acusados detenidos, todos ellos destacados miembros del gobierno del Jemer Rojo, van a ser juzgados por las Salas Especiales. Sin embargo, los cargos que se les imputan no abordan la mayoría de los crímenes que están bajo la jurisdicción de estas salas.

“Las Salas Especiales deben ampliar con urgencia su estrategia de procesamiento para investigar y enjuiciar más casos antes de que sea demasiado tarde –ha dicho Brittis Edman–. Estos casos deben ser representativos de la amplia gama de delitos cometidos y de las comunidades y los grupos afectados”.

“Muchas de las víctimas, al igual que los acusados, son personas de avanzada edad. Existe un peligro real de que muchas no lleguen con vida a ver que se ha hecho justicia por los crímenes perpetrados contra ellas o sus familiares.”

El sistema de justicia de Camboya necesita una importante reforma para poder enjuiciar eficazmente los crímenes del Jemer Rojo, y por tanto las Salas Especiales son la única esperanza de justicia para muchas de sus víctimas, actualmente personas de avanzada edad.

El famoso jefe del Jemer Rojo, Saloth Sar –más conocido como Pol Pot– murió en 1998 sin ser juzgado.

Amnistía Internacional ha pedido también a la ONU y al gobierno de Camboya que aborden las graves denuncias de corrupción que se han levantado contra las Salas Especiales.

Se ha dicho que los miembros del personal camboyano de las Salas han tenido que pagar sobornos a funcionarios tras su designación, lo cual arroja serias dudas sobre la competencia, la independencia y la imparcialidad de las Salas.

“Cualquier denuncia de corrupción debe investigarse minuciosamente sin demora por parte de una autoridad competente –ha dicho Brittis Edman–. No hacerlo supone arriesgarse a minar la credibilidad de toda la institución y lo que ésta intenta lograr.”