“Libros humanos” cuentan sus historias de vida para romper los estereotipos que fomentan la discriminación – República Checa

Unos “libros humanos”, de carne y hueso, están contando sus historias de vida a estudiantes de secundaria de la República Checa que quieren tener información de primera mano sobre la migración y la discriminación, y ahuyentar los prejuicios generados por los estereotipos nocivos.

Érase una vez un niño que vivía en un país muy, muy lejano. Este niño se vio obligado a realizar un peligroso viaje a través de mares y tierras, hasta la República Checa. Ahora ya es un hombre y está sentado aquí, como “libro humano”, contando su historia a un grupo de estudiantes que se informan sobre su viaje y ponen rostro a la migración. Ese país lejano existe, es Angola; y el héroe del cuento, una persona real llamada Leonardo Teca.

El “libro humano” Leonardo Teca contando su historia de migración forzada desde Angola a la República Checa. Colegio de secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International
El “libro humano” Leonardo Teca contando su historia de migración forzada desde Angola a la República Checa. Colegio de secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International

Cuando le propusieron ser un “libro humano”, Leonardo aceptó y se lo tomó como una aventura: “No solo estoy dando algo, también estoy recibiendo mucho de esta experiencia: los niños y niñas tienen mucho interés en conocer mi historia y entender por qué vine a la República Checa. Me encanta contarles mi cultura y romper estereotipos. Además, tengo la oportunidad de aprender de otros “libros”, nos hemos convertido en un gran grupo de amigos”, afirma Leonardo.

El “libro humano” vietnamita Ly hablando con estudiantes de secundaria sobre la participación de su padre en actividades de derechos humanos. Colegio de secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International
El “libro humano” vietnamita Ly hablando con estudiantes de secundaria sobre la participación de su padre en actividades de derechos humanos. Colegio de secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International

En la escuela aprendimos que los libros son una fuente inagotable de conocimiento. La vida también nos ha enseñado que podemos aprender igual, o más, conversando con otra persona con curiosidad y respeto. Amnistía Internacional República Checa ha unido lo mejor de ambos mundos en los “libros humanos”, cuentacuentos como Leonardo que participan en las actividades de bibliotecas vivas que se realizan en los centros escolares.

Cada “libro humano”, una persona con una extraordinaria historia de vida que contar, pertenece a una minoría y vive en la República Checa. Según Jiří Bejček, coordinador de Educación sobre Derechos Humanos de AI República Checa, este país tiene precedentes de discriminación hacia las minorías y, a menudo, las personas discriminadas son de origen romaní, refugiadas, musulmanas, con discapacidad, o extranjeras en general. Las actitudes contra la población romaní son especialmente frecuentes entre los estudiantes de secundaria.

Actividad de “libros humanos”. Estudiantes de la República Checa reflexionan sobre su experiencia con la Biblioteca Humana y debaten sobre los prejuicios y miedos en la sociedad. Colegiode secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International
Actividad de “libros humanos”. Estudiantes de la República Checa reflexionan sobre su experiencia con la Biblioteca Humana y debaten sobre los prejuicios y miedos en la sociedad. Colegiode secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International

Un buen día de noviembre de 2014, propusieron a un grupo de miembros de Amnistía pertenecientes a distintas minorías que sufren discriminación que fueran a un colegio de Praga para contar sus historias de vida sobre desplazamiento y dolor, pero también sobre activismo y esperanza. Leonardo, al igual que muchos otros “libros humanos”, participó en la actividad.

Los estudiantes, en pequeños grupos, pasaron 20 minutos con cada “libro humano” para que les contara su historia personal. A pesar de estar en un ambiente constructivo, Leonardo les explicó cómo algunas personas no llegan a “vivir felices para siempre” y otras tienen que dejar su tierra para buscar una vida mejor.

Tras participar en la actividad, Ágata, de 14 años, se animó a decir que ya entendía lo duro que había tenido que ser para los refugiados cruzar fronteras para huir de los importantes problemas que había en sus países de origen.

Según Jiří Procházka, otro “libro humano”, “los adolescentes no heterosexuales corren un considerable peligro de suicidio y, gracias a esta actividad, ahora luchamos juntos contra este problema”.

Ágata dice que ya identifica las actitudes subyacentes tras el racismo y la discriminación, y que entiende su efecto sobre las demás personas. ”Me alegra haber conocido a extranjeros a través del taller Biblioteca Humana; ya no me da miedo hablar con ellos”, añade.

Actividad de “libros humanos” en noviembre de 2014. Grupo de estudiantes en el colegio de secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International
Actividad de “libros humanos” en noviembre de 2014. Grupo de estudiantes en el colegio de secundaria Vítězná pláň de Praga, República Checa, noviembre de 2014. © Amnesty International

Esta fue una de las muchas actividades de “libros humanos” que se organizaron en 2014.

La idea de las bibliotecas humanas se probó primero en unos pocos centros escolares y, tras los primeros éxitos, se ha integrado en un programa educativo más amplio que se implementa en más de 20 colegios del país.

El programa consta de cuatro talleres en los que se conversa con estudiantes sobre las consecuencias nocivas de los estereotipos.

A lo largo de los dos últimos años, Amnistía ha reunido un “catálogo” de más de 40 “libros humanos”, tanto de sus propias redes como en colaboración con otras organizaciones no gubernamentales, que participan en estos talleres.

El año pasado el programa contó con la participación de 10 centros escolares, a los que se han sumado otros 10 durante la primavera de 2015.

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