El día internacional de la juventud, Swechhya Sangroula, comparte sus motivaciones para unirse al grupo internacional de jóvenes que se movilizan y movilizan a otros jóvenes para comprender y participar en la campaña Stop Tortura.
Namaste! Mi nombre es Swechhya y soy de Nepal, la tierra de la diversidad, y una firme defensora de la coexistencia pacífica. He vivido prácticamente la totalidad de mi vida en Katmandú, la capital, y he tenido la suerte suficiente como para no estar directamente afectada por las atrocidades acaecidas en el conflicto armado que ha durado una década y que ha finalizado en 2006 mediante la firma del Acuerdo de Paz. Solo después de dicha firma surgieron los abusos de derechos humanos reprimidos.
Mi pasión de trabajar contra la tortura por ser una violación inexcusable de los derechos humanos surgió de un evento en particular en el que conocí a la madre de otra chica que había sido torturada y asesinada mientras se encontraba detenida durante el conflicto armado.
Swechhya
Soy estudiante de derecho y derechos humanos y me di cuenta de que no podía quedarme al margen. Me percaté de que mi educación legal no tendría significado alguno si no ponía mi granito de arena haciendo que la comunidad sea mejor, si no luchaba contra la impunidad y las violaciones de los derechos humanos pasando a ser esta lucha mi principal valor. Fue en esta época de mi vida en 2011 cuando empecé a colaborar con Amnistía Internacional Nepal.
Mi pasión de trabajar contra la tortura por ser una violación inexcusable de los derechos humanos surgió de un evento en particular en el que conocí a la madre de otra chica que había sido torturada y asesinada mientras se encontraba detenida durante el conflicto armado. Me dí cuenta de la cruda realidad que conlleva que la lucha contra la tortura puede parecer a veces un objetivo inalcanzable ya que en muchas ocasiones se lleva a cabo de forma directa o indirecta por parte del Estado o grupos armados. Me enteré de la oportunidad de crear una nueva vía para que los jóvenes activistas conozcan mejor los temas relacionados con los derechos humanos y actúen mediante Amnistía Internacional Nepal, el cual ha demostrado ser una plataforma inmejorable según mi opinión para canalizar mi ira y frustración de una forma constructiva.
Todos estamos de acuerdo en la idea común de que la tortura deshumaniza y que puede ser combatida solo cambiando las mentalidades.
Swechhya
Tuve la suerte de visitar Oslo el pasado mayo para trabajar con un grupo internacional de jóvenes para desarrollar una guía online para que los jóvenes activistas se involucren y colaboren en la campaña de Amnistía Stop Tortura. Lo mejor de ser parte de este grupo es el entendimiento de que aunque nuestra lucha contra la tortura sea universal y la libertad contra la tortura exista como un derecho universal, los métodos a utilizar para combatir la tortura han de ser adaptados a los contextos socio-económicos y políticos. Aprendí que en la lucha contra la tortura, una única manera no valdrá para todos. Basándome en ello, trabajamos dentro del grupo aceptando las diferencias y compartiendo buenas prácticas para llegar a compañeros y hablar de los temas relacionados con los derechos humanos.
El proceso multiplicador de la educación en derechos humanos es nuevo para mi ya que la mayoría de mi experiencia previa proviene de realizar campañas por los derechos humanos y pasar más tiempo haciendo que otros hablen sobre ello. Lo mejor del proceso multiplicador es desaprender y reaprender y educarnos a nosotros mismos.
Creemos que uniendo las voces de los millones de jóvenes comprometidos mediante un enfoque educaciones basado en los derechos humanos con respecto a la tortura, vamos a ver un cambio sustancial y crear así un impacto duradero. Todos estamos de acuerdo en la idea común de que la tortura deshumaniza y que puede ser combatida solo cambiando las mentalidades.
El proceso de creación de grupo y la utilización de ejercicios de desempeño de roles nos ha permitido pensar en las posibles reacciones con las que podemos encontrarnos de distintas personas, que van desde audiencias comprensivas a otras mucho más hostiles. Esto fue un descubrimiento importante ya que nos permitió comprender que el trabajo juvenil de Stop Tortura está teniendo lugar en un mundo de diferencias y realidades inimaginables. Estos ejercicios, facilitados por parte de nuestros mentores, nos equiparon con habilidades esenciales para enfrentarnos a estos desafíos con múltiples facetas. He incluido estos ejercicios en mi ética de trabajo cuando comparto y aprendo de mis compañeros jóvenes activistas. La resolución de problemas ha sido uno de mis principales aprendizajes que saco del taller en Oslo en el que empezamos a crear la guía ‘Empoderamiento contra la tortura’ para desarrollar las actitudes de los activistas y sus habilidades, conocimientos y habilidades para motivar a otros con respecto a Stop Tortura.
Ahora, junto a otros jóvenes multiplicadores, estoy probando la guía en comunidades diversas y recibiendo las reacciones y opiniones para que podamos perfeccionar constantemente nuestro enfoque para luchar contra la tortura y conseguir que nuestras voces sean escuchadas y tomadas en serio por los actores implicados. La experimentación y predisposición constante para aprender serán mi plan para avanzar.
Swechhya Sangroula, Nepal
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Lee más sobre cómo el grupo internacional de jóvenes multiplicadores está creando una comunidad global de personas para posicionarse y actuar exigiendo a todos los gobiernos que pongan fin a la tortura en su blog.
Lee más sobre la campaña de Amnistía Internacional Stop Tortura, aquí.