¿Parece un lugar paradisíaco? Esto es lo que las autoridades de Sri Lanka no quieren que veas.
En junio lanzamos nuestra campaña Digan la Verdad, en la que pedimos a Sri Lanka que reconozca su atroz historial de torturas, homicidios y otros abusos contra los derechos humanos y le ponga fin.
La semana pasada presentamos el relato del doctor Manoharan que recordó la muerte de su hijo a manos de las fuerzas de seguridad de Sri Lanka. Tras cuestionar la versión de los hechos ofrecida por el gobierno sobre el caso de su hijo, el doctor Manoharan recibió amenazas de muerte y huyó del país con su familia.
Él y su hijo no son los únicos que han sufrido a causa de las autoridades. En todo el país, cada vez que un periodista, abogado, activista de base –cualquier persona que se atreva a criticar a las autoridades– habla abiertamente corre peligro de acabar en la cárcel, sufrir tortura o ser víctima de desaparición. Ante el endurecimiento de las medidas adoptadas por el gobierno para someter a la población a un control férreo, la intolerancia y el miedo se han apoderado de la isla.
Sri Lanka no puede eludir la verdad durante mucho más tiempo. Sus autoridades se han esforzado por ocultar los homicidios, aplastar la disidencia y limpiar su imagen después de la guerra, con el fin de ofrecer una flamante versión del país.
Pero esta operación de maquillaje no es más que eso. La verdad saldrá a la luz.
Actúa ya
Ayúdanos a conseguir que las autoridades de Sri Lanka digan la verdad sobre los abusos cometidos en el pasado y el presente, y les pongan fin, firmando nuestra petición; el doctor Manoharan la presentará a la ONU en septiembre.
Más información
“There are no human rights in Sri Lanka”, artículo, WIRE, pág. 7-8, mayo/junio de 2013.