Habitantes de un asentamiento de Nairobi hablan de la miseria causada por un desalojo forzoso

Habitantes y comerciantes del asentamiento de Kabete NITD en Nairobi han contado a Amnistía Internacional cómo las autoridades locales destruyeron sus hogares y medios de subsistencia, dejando a muchos de ellos sin recursos para sobrevivir.La semana pasada, excavadoras del ayuntamiento de Nairobi derribaron construcciones en Kabete NITD en dos ocasiones, demoliendo alrededor de 100 viviendas y 470 puestos de mercado. Ni los habitantes ni los comerciantes recibieron notificación oficial de los desalojos.

Joshua, 45 años, habitante de Kabete NITD.“Me he quedado sin nada, sólo tengo lo que llevo puesto. No hubo tiempo para salvar ni los documentos ni el dinero. Los desalojos terminaron en 15 minutos y luego el tractor se marchó. No nos avisaron, si lo hubieran hecho habría podido organizarme y sacar mis cosas. Mi esposa y yo cuidamos de cinco hijos de entre 6 y 15 años de edad. No tenemos a nadie con quien quedarnos, así que estamos durmiendo todos a la intemperie, en pleno frío. No es seguro y pasamos mucho frío por la noche. No sé cómo voy a conseguir comida para ellos.” Eliza, 38 años, comerciante en Kabete NITD.“Durante las últimas semanas habíamos oído que podían desalojarnos del mercado, pero no hubo notificación oficial del desalojo y  nadie nos consultó al respecto. De hecho, no recibimos ninguna información, eran sólo rumores. Ahora estoy desesperada porque no tengo dinero para empezar mi negocio de nuevo. Necesito que me indemnicen por las pérdidas que he sufrido para poder seguir vendiendo.” Oliver, 43 años, residente.“Intentamos hablar con los askaris (policía administrativa municipal) para que nos dieran tiempo para sacar las cosas de nuestras casas, pero se negaron. Yo lo perdí todo, incluido mi negocio. No tengo ropa para mi familia ni dinero para pagar el colegio de mi hija, no sé cómo va a continuar estudiando. Mi esposa y nuestros cinco hijos están durmiendo en el lugar donde vivíamos antes. Hacemos una hoguera por la noche y dormimos entre los escombros de nuestra antigua casa.”Elizabeth, 49 años, residente.“Necesito un sitio para vivir. He conseguido encontrar un refugio para mis tres hijos más pequeños pero los mayores y yo dormimos a la intemperie. Pero ni siquiera los pequeños pueden quedarse mucho tiempo donde están ya que la persona que se ocupa de ellos no puede mantenerlos. El gobierno debe darme un sitio donde vivir y un sitio donde trabajar.”Sella, 78 años, residente en la parte de Kabete NITD que se enfrenta a la amenaza inminente de desalojo forzoso.“Tengo 78 años y estoy impedida. Tengo muchos dolores, no puedo levantarme de la cama y ni siquiera puedo mover los dedos. Durante las demoliciones del sábado por la noche me pusieron en una silla de ruedas y me sacaron de la casa porque temíamos que también destruyeran nuestras casas. Si me echan de aquí, no sé a dónde iré. El gobierno nos trata como si fuéramos perros. No piensan que somos seres humanos. Dicen que están luchando contra la pobreza, pero en realidad la están fomentando al efectuar los desalojos de esta forma.”Margaret, 50 años, comerciante.“Perdí todas las mercancías que guardaba en mi puesto del mercado, así que no he podido trabajar desde que se produjo el desalojo. Tengo que pedir limosna para que los tres niños que tengo a mi cargo, incluido un huérfano de tan solo cuatro años, puedan comer. Tienen hambre. Yo necesito un puesto permanente para vender y que me indemnicen por los bienes que he perdido.” Beverly, 61 años, residente.“Una de mis parientes, embarazada, y yo estábamos durmiendo en mi casa. De pronto me desperté y oír al tractor demoliendo todo. No nos avisaron de que nos iban a desalojar. Intentamos salvar algunas cosas pero todo ocurrió demasiado deprisa. Incluso perdimos toda nuestra ropa y las sábanas. Hemos conseguido alojarnos con una amiga, pero ella sólo puede darnos cobijo una semana. Después de eso no sé qué haremos. No tengo ningún sitio a donde ir o donde refugiarme. El gobierno debería darnos tierras donde poder construir.”