El 1 de junio, el presidente Kais Saied destituyó arbitrariamente a 57 jueces, juezas y miembros de la fiscalía por motivos imprecisos que incluían obstrucción de investigaciones relacionadas con el terrorismo, corrupción económica, “corrupción moral”, “adulterio” y participación en “fiestas con alcohol”. El 10 de agosto, el Tribunal Administrativo de la ciudad de Túnez dictó un fallo de urgencia en el que ordenaba la reincorporación de 49 de los 57 miembros de la magistratura, pero hasta ahora el gobierno no ha cumplido lo dispuesto por el tribunal.