El 15, 17, 18 y 21 de marzo, cinco guardias penitenciarios entraron en la celda del activista saharaui Mohamed Lamine Haddi, lo golpearon con porras y le cortaron la barba contra su voluntad. Esto sucedió después de que el activista declarara su intención de ponerse en huelga de hambre para protestar por sus condiciones de reclusión y por la negación de atención médica. Las visitas de su abogada y su familia se las han prohibido desde marzo de 2020. Permanece recluido en régimen de aislamiento desde 2017, cuando fue condenado a 25 años de prisión en el juicio colectivo injusto de “Gdeim Izik”.
Índice: MDE 29/5488/2022