Sultana Khaya, activista y defensora del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, y su familia están sometidas a un arresto domiciliario de facto desde noviembre de 2020. Las fuerzas de seguridad que rodean su domicilio han obligado, de forma reiterada y violenta, tanto a Sultana como a su hermana Luaara a volver al interior de la vivienda cuando han intentado salir. Además, han irrumpido en su vivienda en varias ocasiones y han agredido físicamente y violado a las hermanas.