El 4 de mayo de 2019, Alia Abdelnoor Mohamed Abdelnoor, que padecía cáncer en fase terminal, murió encadenada a la cama en el hospital de Tawam, en Al Ain, tras agravarse su estado de salud. Cumplía una condena de 10 años que le había sido impuesta por cargos imprecisos e infundados de “terrorismo,” basados en confesiones forzadas. Durante su reclusión fue sometida a desaparición forzada, reclusión en régimen de aislamiento y tortura.