A pesar de la Resolución 2139 del Consejo de Seguridad de la ONU, que pedía al gobierno y a los grupos armados sirios el cese de todo ataque indiscriminado contra zonas civiles, las partes en el conflicto han seguido bombardeando zonas civiles con armas como artillería, morteros y bombas de barril, que han matado de modo ilegítimo a cientos de civiles.