Después de un mes de detención en régimen de incomunicación, Manahel al-Otaibi se puso en contacto con su familia el 1 de septiembre de 2024 y les contó que se encontraba de nuevo recluida en régimen de aislamiento y que había sido brutalmente golpeada por otras personas presas y guardias de la prisión. El 9 de enero de 2024, el tristemente célebre Tribunal Penal Especializado de Arabia Saudí condenó a Manahel al Otaibi, de 30 años, instructora de educación física y activista de los derechos de las mujeres, a 11 años de prisión por “delitos de terrorismo” en un juicio secreto.