Catorce hombres saudíes corren riesgo inminente de ejecución, pues sus familias supieron el 23 de julio que el Tribunal Supremo ha ratificado sus condenas de muerte. Fueron condenados a muerte el 1 de junio de 2016, tras un juicio manifiestamente injusto, basado en “confesiones” que dijeron haber hecho bajo tortura.