Tras la presidencia saudí del G20, que culminó con la cumbre de noviembre de 2020, las autoridades del país han reanudado los procesos y juicios contra defensores y defensoras de los derechos humanos y demás disidentes —sobre todo ante el Tribunal Penal Especializado—, una vez terminada la pausa observada mientras Arabia Saudí acogió el G20