A pesar de que desde 2017 se han efectuado importantes reformas laborales en el sistema de patrocinio (kafala), la población trabajadora migrante del sector de la seguridad privada en Qatar sigue siendo objeto de abusos laborales graves, incluido trabajo forzoso. Los relatos de los guardias y encargados de seguridad entrevistados por Amnistía Internacional revelan que en ocho empresas de seguridad privada se están cometiendo una gran variedad de abusos y explotación, como duración excesiva de las jornadas de trabajo, falta de días de descanso y sanciones económicas arbitrarias o desproporcionadas, así como horas extras mal pagadas.
