Ahmad al Waked, Tarek al Alo y Fares al Zobi, tres refugiados sirios de la gobernación de Daraa (sur de Siria), corren peligro de ser deportados tras haber sido detenidos por agentes de Seguridad General en el aeropuerto internacional de Beirut los días 13,14 y 16 de septiembre respectivamente. Desde entonces se encuentran recluidos en régimen de incomunicación.