El 24 de octubre de 2021, el periodista Bassem al Zaak fue secuestrado mientras retransmitía en directo —en calidad de periodista— una sentada organizada por un bloque político en Bagdad para protestar por los resultados de las elecciones parlamentarias. Su familia cree que los secuestradores pertenecen a las Unidades de Movilización Popular, una extensa y consolidada red de milicias que legalmente se consideran parte de las Fuerzas Armadas iraquíes. Más de dos años después, su suerte y paradero siguen siendo desconocidos.