Behrouz Ehsani, de 69 años, y Mehdi Hassani, de 48, corren riesgo inminente de ejecución en la prisión de Ghezel Hesar, provincia de Alborz, después de que el Tribunal Supremo rechazara su petición de revisión judicial. Fueron condenados a muerte en septiembre de 2024 tras un juicio manifiestamente injusto, que duró sólo cinco minutos y estuvo plagado de denuncias de tortura y otros malos tratos para obtener “confesiones” forzadas.