El rapero disidente Toomaj Salehi corre el riesgo de ser ejecutado tras haber sido condenado a muerte por un Tribunal Revolucionario de Isfahán en abril de 2024 únicamente en relación con su participación en el levantamiento de “Mujer Vida Libertad” y con publicaciones en las redes sociales en las que se criticaba a las autoridades iraníes. Su juicio fue manifiestamente injusto y las autoridades desestimaron sus denuncias de tortura, que incluyó descargas eléctricas, amenazas de muerte y reiteradas palizas que causaron fracturas de huesos y deterioro de la visión en un ojo.