En el contexto de un atroz aumento de las ejecuciones en Irán, crecen los temores de que miles de personas hayan sido condenadas a muerte y corran peligro de ejecución o estén siendo investigadas o procesadas por delitos de drogas penados con la muerte. En 2023, al menos 481 personas fueron ejecutadas por delitos de drogas, más de la mitad de las al menos 853 ejecuciones realizadas en total.