Las autoridades iraníes están sometiendo al trabajador de ayuda humanitaria Olivier Vandecasteele, de nacionalidad belga, a desaparición forzada, tortura y otros malos tratos. Está recluido en régimen de aislamiento en una celda sin ventanas situada en un sótano y se le niega el acceso a atención de la salud adecuada y aire fresco. El 10 de enero de 2023, medios de comunicación estatales de Irán anunciaron que había sido condenado a 40 años de prisión y 74 latigazos.