Las autoridades iraníes mantienen en situación de desaparición forzada desde hace siete meses a Pejman Fatehi, Vafa Azarbar, Mohammad (Hazhir) Faramarzi y Mohsen Mazloum, disidentes kurdos iraníes. Desde su detención en julio de 2022, se ha ocultado su suerte y paradero a sus familias y a su abogado. Los cuatro están en grave riesgo de sufrir tortura y otros malos tratos, así como de ser sometidos a juicios injustos por cargos que conllevan la pena de muerte.