El 25 de abril de 2022, un Tribunal Revolucionario de Irán condenó a los estudiantes universitarios Ali Younesi y Amirhossein Moradi a 16 años de prisión por cargos falsos relacionados con la seguridad nacional tras un juicio manifiestamente injusto. Sus sentencias condenatorias se basaron en “confesiones” de las que ambos detenidos se retractaron ante el tribunal y que, según afirmaron, se habían obtenido mediante tortura y otros malos tratos. Los dos estudiantes son presos de conciencia, y se actúa contra ellos por ejercer su derecho de reunión pacífica y por los vínculos, reales o supuestos, de sus familias con grupos de oposición.