El activista iraní Abbas Vahedian lleva recluido en régimen de incomunicación desde el pasado 5 de mayo, cuando las autoridades de la prisión de Vakilabad (en la ciudad de Mashhad, provincia de Jorasán Razaví) cortaron su contacto con el mundo exterior. Su reclusión en régimen de incomunicación intensifica el temor que, desde hacía tiempo, venía suscitando su sometimiento a tortura, lo que incluye tanto la negación de atención médica adecuada como el aislamiento forzoso. Permanece recluido debido exclusivamente a su ejercicio pacífico de los derechos humanos, y debe quedar en libertad de inmediato y sin condiciones.