El profesor universitario iranosueco Ahmadreza Djalali, torturado y en detención arbitraria en la prisión de Evín, en Teherán, corre peligro de ejecución inminente. Numerosas pruebas indican que las autoridades iraníes lo retienen como rehén y amenazan con ejecutarlo para obligar a Bélgica y Suecia a entregar dos ex altos cargos iraníes encarcelados, y para disuadir de enjuiciar en el futuro a altos cargos iraníes. Las autoridades deben detener todo preparativo para la ejecución de Ahmadreza Djalali y ponerlo en libertad de inmediato.