El preso de conciencia y defensor de los derechos humanos iraní Saeed Shirzad puso fin a su huelga de hambre el 14 de enero, al cabo de 39 días, tras prometerle verbalmente las autoridades de la prisión de Raja’i Shahr de Karaj atender sus reclamaciones acerca del trato inhumano que reciben los presos políticos allí. Ahora necesita recibir atención médica especializada.