El cineasta iraní Keywan Karimi ha sido condenado a seis años de prisión y a recibir 223 latigazos por cargos como «insultar a santidades islámicas» y mantener «relaciones ilícitas». Ha presentado un recurso de apelación y está a la espera del resultado. Si es encarcelado por cargos relacionados con sus actividades pacíficas, será preso de conciencia.