Las activistas iraníes de los derechos laborales Anisha Assadolahi, Atefeh Rangriz y Neda Naji y la periodista iraní Marzieh Amiri llevan semanas detenidas arbitrariamente, sin acceso a un abogado, acusadas de falsos delitos contra la seguridad nacional en relación con una concentración pacífica celebrada el Día Internacional del Trabajo, 1 de mayo de 2019, en Teherán. Al principio estuvieron recluidas en régimen de aislamiento prolongado, que constituye tortura u otros malos tratos.