El 5 de marzo, un tribunal (de excepción) de Seguridad del Estado condenó a la abogada de derechos humanos Hoda Abdelmoniem por cargos falsos relacionados con su trabajo de derechos humanos y la condenó a cinco años de prisión tras un juicio manifiestamente injusto. Durante una visita poco común a la prisión el 26 de junio, su familia descubrió que su salud se había deteriorado aún más y que Hoda Abdelmoniem había desarrollado una inflamación de los nervios. A pesar de ello y de sus graves problemas de salud adicionales, las autoridades continúan negándole la asistencia sanitaria que precisa.