El activista egipcio Moaz al Sharqawy corre peligro de encarcelamiento prolongado injusto únicamente por ejercer pacíficamente sus derechos humanos. El 11 de mayo, las fuerzas de seguridad lo arrestaron en su casa, en El Cairo, y lo sometieron a desaparición forzada durante 23 días, periodo durante el cual lo golpearon mientras tenía los ojos vendados y lo interrogaron sin la presencia de asistencia letrada. El 3 de junio, compareció ante la fiscalía, que ordenó su detención mientras se investigan los cargos falsos de ingresar en un grupo terrorista y financiarlo.