La Estrategia Nacional de Derechos Humanos de Egipto fue lanzada hace un año por las autoridades para ocultar el pésimo historial de derechos humanos del país y desviar las críticas. El análisis de Amnistía Internacional revela que la Estrategia presenta una imagen profundamente engañosa de la situación de los derechos humanos. La comunidad internacional no debe dejarse embaucar, y debe presionar a las autoridades egipcias para que tomen medidas significativas que pongan fin al círculo de abusos e impunidad.