El activista Alaa Abdel Fattah, que tiene doble nacionalidad egipcia y británica, está en huelga de hambre desde el 2 de abril en protesta por su encarcelamiento injusto, las crueles condiciones de reclusión y la denegación de visitas consulares. En diciembre de 2021, un tribunal de excepción condenó a Alaa Abdel Fattah y al abogado de derechos humanos Mohamed Baker a cinco y cuatro años de cárcel, respectivamente, tras un juicio manifiestamente injusto. Ambos son presos de conciencia, encarcelados sólo por su activismo, y deben ser puestos en libertad inmediata e incondicional.