Un total de 12 hombres condenados a muerte corren peligro de ejecución inminente después de que la máxima instancia de apelación de Egipto, el Tribunal de Casación, confirmara el 14 de junio sus condenas a muerte, tras un juicio colectivo manifiestamente injusto. Fueron declarados culpables y condenados a muerte por su participación en las manifestaciones relacionadas con el derrocamiento del expresidente Mohamed Morsi, que tuvo lugar en julio de 2013. Sus condenas a muerte deben ser conmutadas de inmediato y sus sentencias condenatorias, anuladas.