Muchas personas en Egipto confiaban en que la elección de un presidente civil y la redacción de una nueva Constitución supusieran el principio del fin del largo y sombrío legado de violaciones de derechos humanos del país, y brindaran a las víctimas de violaciones de derechos humanos un remedio efectivo. En su primera semana en el cargo, Amnistía Internacional presentó al presidente Morsi un memorando en el que se exponían las medidas que debían adoptarse para introducir reformas sobre los derechos humanos y hacer frente a la impunidad.
Índice: MDE 12/017/2012