El 31 de enero, el Cuarto Tribunal Penal Superior de Bahréin condenó a Ali Mohamed Hakeem al-Arab y Ahmad al-Malali a muerte tras declararlos culpables del cargo de “formar un grupo ‘terrorista’ y unirse a él”, entre otros. Según la información recibida por Amnistía Internacional, Ali Mohamed Hakeem al-Arab fue torturado cuando lo trasladaron a la prisión de Yaw.