La defensora bahreiní de los derechos humanos Ebtisam al-Saegh está siendo sometida a un largo y casi constante interrogatorio desde su detención, el 3 de julio, cuando se declaró también en huelga de hambre. El riesgo de que sufra tortura y otros malos tratos es muy grande, y necesita además recibir atención médica con urgencia. Es presa de conciencia y debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones.