En la COP27 se han tomado varias decisiones positivas en determinadas áreas, pero no se han logrado avances significativos en otras líneas de las negociaciones. En primer lugar, la decisión de establecer un fondo para pérdidas y daños y otros acuerdos de financiación para ayudar económicamente a los países y las poblaciones más afectados por el cambio climático es un importante avance para la justicia climática. La creación de un “programa de trabajo sobre la transición justa” dedicado a este fin podría proporcionar un espacio en las futuras Conferencias de las Partes para debatir y promover las acciones de los Estados hacia una transición justa.