El 24 de julio, un incendio destruyó las viviendas y posesiones de más de 800 personas romaníes y ashkalíes desplazadas de Kosovo en el asentamiento en el que residían a las afueras de la capital de Montenegro, Podgorica. Amnistía Internacional pide a las autoridades que les proporcionen de inmediato alojamiento alternativo adecuado.