Cuatro hombres, Oybek Ruzmetov, Uygun Ruzmetov,Sardor Allayarov y Utkir Yusupov, están en peligro inminente de ser ejecutados al haber denegado el Tribunal Supremo su apelación contra la sentencia de muerte. Por lo menos dos de ellos confesaron al parecer bajo tortura; un quinto ha muerto bajo custodia, según se dice a consecuencia de las palizas recibidas. Su única esperanza es obtener un indulto del presidente Islam Karimov.